Intocable es la sensación del
cine francés con permiso de The Artist. Mientras que The Artist es como el hijo
bastardo francés que se ha ido a hacer fortuna en Estados Unidos de la mano de
los Weinstein, Intocable se ha mantenido fiel a su país y su país ha respondido
en masa haciendo de ella una de las películas más taquilleras de los últimos
años.
Intocable nos cuenta la relación
de amistad genuina entre un tetrapléjico millonario y su ayudante, un
inmigrante negro al que contrata para los cuidados que necesita.
La premisa es terriblemente
simple y para ser sinceros terriblemente vista en multitud de ocasiones. La
originalidad no es su punto fuerte, pero sinceramente, ¿cuántas películas
realmente originales se estrenan cada año? Muy pocas.
La historia, basada en una
historia real, busca sinceridad, busca “buenrollismo”. Con una mezcla de humor
cercano al absurdo y un humor negro, negrísimo asistimos a la sincera y extraña
pero entrañable amistad entre dos personas que tienen más cosas en común de lo
que la sociedad se empeña en creer. El drama parece escondido, pero sin embargo
consigue el efecto que muy pocas consiguen. Consiguen un convincente y potente
drama nada exagerado que solo sale a flote cuando es estrictamente necesario de
forma muy sutil con simples miradas y conversaciones puntuales.
Para conseguir todo eso es
necesario un guión muy pragmático, como diría nuestro protagonista. Y es que es
como me ha dicho un amigo es una película que es un éxito y gusta a todo el
mundo, desde los más jóvenes hasta la abuela (aunque curiosamente en el poster
la definía algo así como un cruce entre El Discurso del Rey y Paseando a Miss
Daisy). El guión está pensado al milímetro y aunque no destaca, vuelvo a
repetir por la originalidad, está lleno de frescura y personalidad.
La dirección de Nakache y
Toledano funciona, aunque como la película es simple y pragmática. La banda
sonora mezclando música clásica y clásicos de los 80 acentúa todavía más ese
juego de contrastes presente en toda la película.
El film francés es una de esas
películas en las que el reparto y los protagonistas son importantísimos. Todo
se resuelve en el hecho de empatizar con ellos. Si entiendes sus
comportamientos, sus reacciones, sus miedos y sus deseos es imposible no
pasártelo bien en la película. Omar Sy interpreta a Driss un senegalés de clase
baja y de barrio que no tiene pelos en la lengua que dinamiza la aburrida y
monótona vida de ricachón del tetrapléjico Philippe interpretado por François
Cluzet. Sy ganó el César a mejor interpretación masculina protagonista
superando, curiosamente y a priori contra pronóstico, a Jean Dujardin por The
Artist. Cluzet por su parte hace para mí la mejor actuación de la película y
demuestra que los gestos es una parte muy importante de la interpretación de un
actor. Cluzet vuelve a demostrar que es un gran actor como ya lo hizo en Ne le
Dis a Personne o Les Petits Muchoirs y está impecable. Los dos protagonistas
están secundados por Anne Le Ny y Audrey Fleurot que se dedican a acentuar los
momentos cómicos.
Intocable es una comedia
deliciosa con un fuerte drama presentado de forma sutil. Una historia bien
construida a partir de sus personajes.
Nota: 7’5
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